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Se les ha sorprendido comiendo tierra seca. Volaban en bandadas a gran altura.
Los peritios eran temibles enemigos de los hombres. Parece ser que cuando lograban matar a un hombre, hací an coincidir su sombra con el hombre muerto y alcanzaban el perdó n. Despué s se revolcaban en la sangre y luego huí an hacia las alturas, desapareciendo. No existen armas para luchar con los peritios, si bien el animal no puede matar a má s de un hombre. Nadie ha podido ver nunca un peritio porque son animales inventados; nunca existieron.
Antes de comenzar la lectura: 1º.- Habé is si sois capaces de decir una receta. Comentando primero los ingredientes y despué s la forma de hacerla. LA CALDERETA DE BORREGO “La caldereta de borrego es un manjar con muchas vitaminas y vibraciones. Como los hombres que se sentaron a la mesa eran cuatro, el ama de la cocina dispuso cinco libras. La carne de cordero merma mucho y, en todo caso, má s vale tener que desear. A fuego lento, se frí en unos dientes de ajo en media libra de aceite. Cada hombre, ni harto ni hambriento, come bien una libra de carne, si se la dan y sus posibles – o los de sus amigos – se lo permiten. Cuando el ajo está frito, se aparta y se echa el cordero, que se deja en paz hasta que tira a rubio. Al llegar este instante, que por el aroma se anuncia, se le pone una libra larga de cebolla picada, un puñ ado de harina de trigo y un poco de agua, y se mueve todo para que no se pegue. La salsa se hace majando, con su jugo, el ajo frito que se citó, unos granos de pimienta y unas hojas de hierbabuena. Se le pone sal segú n criterio, y se traba, a pulso, hasta que espese un poco. La caldereta de borrego es un plato muy recomendable para coger fuerzas, al tiempo de regalar el gusto. Se baja bien con un poco de cazalla y un poco de conversació n; si a las dos cosas se le suma un purito y un par de café s, mejor aú n. Algunas personas aprovechan para dar unas cabezadas”. Camilo José Cela (“Primer viaje andaluz”)
Antes de comenzar la lectura: 1º.- ¿ Creé is que debe ser triste la soledad de algunas personas mayores? 2º.- ¿ Conocé is alguna “rareza” de personas mayores?
LA POBRE RICA Entre muchos casos curiosos que se producen en las grandes ciudades, hoy debemos hablar de alguien que, viviendo en la mayor miseria, resultó a su muerte ser dueñ a de una enorme fortuna. Se trata de la anciana doñ a Virtudes Sala, de 67 añ os de edad, digna de compasió n por su gran pobreza. Doñ a Virtudes no se trataba con nadie, y apenas si cruzaba el saludo con los demá s vecinos de la casa donde ocupaba una habitació n desde hací a treinta y tanto añ os. Por las mañ anas solí a salir temprano, vistiendo siempre ropas muy viejas, y se pasaba varias horas fuera de casa revolviendo los recipientes de la basura o recogiendo cartones. Pues bien: en el dí a de ayer, extrañ ados sus vecinos de no haberla visto aparecer durante varios dí as, dieron aviso a la policí a. Como se temí a, allí fue hallada la pobre anciana, que estaba muerta. Probablemente llevaba muerta dos o tres dí as. Una vez retirado el cadá ver, la autoridad procedió a examinar con cuidado la habitació n. En un armario se almacenaban trapos, sombreros, plumas, velos..., todo ello picado de polillas y con mal olor. En una esquina de la habitació n el montó n de perió dicos y revistas viejas subí a hasta el techo. La cocina tení a una cacerola abollada, una sarté n negra, un plato, y casi nada má s. En el cajó n de la mesita se guardaban varios papeles. Y entre esos papeles estaba oculta la gran sorpresa: un resguardo del banco y otros documentos que indicaban que doñ a Virtudes poseí a una enorme fortuna, cuya cuantí a no ha podido saberse, pero que en todo caso deberá contarse en millones. (Francisco Ayala)
Antes de comenzar la lectura: 1º.- Cuando se nos presenta alguna dificultad en nuestras vidas, ¿ có mo debemos actuar?
LA ROCA DEL CAMINO
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